La iniciativa oficial propone una reformulación del esquema de alícuotas y distribución de la recaudación, lo que —según fuentes provinciales— podría reducir aún más los recursos coparticipables. En paralelo, los mandatarios provinciales expresaron su malestar por el impacto acumulado del ajuste: recorte de subsidios, paralización de la obra pública y eliminación de fondos específicos.
“El interior está asfixiado. No se puede sostener la gestión sin herramientas ni recursos”, advirtieron desde un gobierno patagónico, mientras otros evalúan mecanismos legales y legislativos para resistir el avance de Nación.
En un clima de creciente tensión, la discusión por el nuevo IVA se convierte en el eje de una disputa mayor: el modelo de país en juego entre un esquema federal real o una administración unitaria de hecho.