Con la mira puesta en las elecciones provinciales y nacionales que se avecinan, crecen las especulaciones sobre el rol que jugará Máximo Kirchner en el escenario político bonaerense. Como figura clave del kirchnerismo y presidente del Partido Justicialista en la provincia de Buenos Aires, su nombre suena con fuerza en la Tercera Sección Electoral, un bastión histórico del peronismo.
La Tercera Sección, que abarca municipios densamente poblados como La Matanza, Lomas de Zamora, Quilmes, Avellaneda, Almirante Brown y Florencio Varela, representa un núcleo electoral determinante para cualquier aspiración de poder en la provincia. En ese territorio, el peronismo ha mantenido una presencia fuerte durante décadas, a pesar del avance de nuevas fuerzas políticas como La Libertad Avanza o Juntos por el Cambio.
A favor de Máximo Kirchner juegan varios factores: su apellido aún conserva peso simbólico en amplios sectores del conurbano sur, cuenta con una estructura partidaria consolidada y mantiene una red de intendentes aliados que podrían apuntalar su candidatura. Además, en un contexto de fragmentación opositora, el peronismo unificado en esta sección podría obtener una ventaja estratégica clave.
Sin embargo, también enfrenta desafíos significativos. La figura de Kirchner genera divisiones incluso dentro del propio peronismo. Sectores más moderados y algunos intendentes dudan de su capacidad para captar votos fuera del núcleo duro kirchnerista. Por otro lado, el creciente descontento social y la búsqueda de alternativas por parte de los votantes jóvenes podrían jugar en contra del oficialismo tradicional.
El resultado dependerá en gran medida de la capacidad del espacio para reconfigurarse, ampliar su base de apoyo y conectar con las demandas concretas de una región marcada por la desigualdad, el desempleo y la inseguridad. Si logra posicionarse como un liderazgo renovado dentro del peronismo, Máximo Kirchner podría no solo imponerse en la Tercera, sino también relanzar su proyección política a nivel provincial.
La Tercera Sección, una vez más, será el termómetro del futuro político bonaerense.
