El peronismo frente a un escenario inédito: el rol de Cristina Kirchner presa en la reconfiguració

El peronismo frente a un escenario inédito: el rol de Cristina Kirchner presa en la reconfiguración del movimiento

El peronismo frente a un escenario inédito: el rol de Cristina Kirchner presa en la reconfiguración del movimiento


La posibilidad concreta de que Cristina Fernández de Kirchner enfrente una condena firme y quede detenida marca un punto de inflexión para el peronismo. Más allá del impacto judicial, lo que está en juego es el lugar que ocupará —en términos simbólicos y políticos— una figura central del movimiento en los últimos 20 años.

Desde el entorno más íntimo del kirchnerismo, el relato comienza a moldearse: Cristina presa no será una figura retirada ni silenciada, sino una “presa política” que encarnará un nuevo eje de movilización y victimización frente al gobierno nacional. Para muchos, su eventual encarcelamiento no implicará una desaparición del tablero, sino un cambio de formato: del poder institucional al liderazgo moral.

“El peronismo tiene una larga tradición de liderazgos ausentes físicamente pero presentes en la narrativa y en la calle. Pasó con Perón en el exilio, podría pasar con Cristina desde una celda”, analiza un dirigente del PJ bonaerense. Desde esta mirada, su figura serviría como aglutinante de sectores que, de otro modo, podrían dispersarse en múltiples expresiones.

Sin embargo, otros sectores dentro del justicialismo plantean la necesidad de dar vuelta la página. Gobernadores, intendentes y figuras emergentes del peronismo más moderado consideran que la eventual prisión de la expresidenta debe ser el punto de partida de una renovación real del espacio. “No se puede construir futuro con el espejo retrovisor. El peronismo necesita nuevos liderazgos que no dependan de Cristina ni de su situación judicial”, expresó recientemente un legislador de Córdoba.

Este escenario también genera tensiones hacia adentro del kirchnerismo duro. La figura de Máximo Kirchner no logra consolidarse como heredero natural, mientras que referentes como Axel Kicillof o Wado de Pedro enfrentan el dilema de crecer políticamente sin traicionar a la jefa.

En las bases militantes, en tanto, la prisión de Cristina podría reforzar la mística del “lawfare” y volver a encender una militancia que hoy se muestra desorientada y desmovilizada. Sin embargo, el efecto podría ser efímero si no se articula un nuevo proyecto político y electoral que logre trascender el apellido Kirchner.

En definitiva, el peronismo que viene tendrá que decidir si la imagen de Cristina presa será una bandera o una carga. Lo que es seguro es que su influencia, aún entre rejas, seguirá condicionando los tiempos y los discursos del movimiento justicialista en los próximos años.

Publicado el: 2025-06-29